jueves, 11 de agosto de 2011

No mezclemos las cosas solo por haber tenido en frente a la peor calania humana. No se puede meter todo en la misma bolsa. Cuesta mucho, lo sé, pero estoy segura de que es así. Todavía me cuesta creerlo. Un día una cosa, otro día otra y al final nadie sabe qué pasó. 
Ya no hay palabras, no hay miradas, no hay piel, no hay más dudas del estilo 'vaya uno a saber qué...'
Agotar mi tiempo pensando en posibles hipótesis, es inútil.
Por el bien de los dos, alguien tomó esa decisión por mí. Nunca lo contradije mucho, no le encontré sentido y esta vez, menos.


Estabamos en la superficie, pero alguien se engañó a sí mismo.
Mientras que por mi parte, seguí las reglas al pie de la letra.

martes, 9 de agosto de 2011


El problema no son las historias de amor, de casi amor o de 'pensé que era amor', sino que a mí me gusta contarlas y eso es lo que las mantiene vívidas y fuertes. Siempre están presentes por ese motivo, cada vez que las cuento algún recuerdo se apodera de mi parte tierna y melancólica. 
Sin importar el final, nunca podría contarlas desanimada o con enojo. Cada una se alimentó de algo distinto y ni hablar de cuando se alimentaron entre ellas. 
Repito, no miro el final o la calidad de las personas, sino lo que despertaron en mí, lo que pude conocer y aprender. 
Lo que hoy soy, estoy segura de que en algo tuvieron que ver.
Siempre se puede superar una situación, mientras queramos y nos esforcemos. Los caminos más cortos y fáciles, a la larga, algún problema nos traen.
No hay nada que con poca dedicación salga brillante, es cuestión de darle su tiempo y espacio, tanto en lo material, como en lo sentimental.
También es un cuestión de elección.
A algunos les gusta convivir con esos problemas eternamente, que ni mirandolos desde afuera se les podría encontrar una solución. Simplemente, no los pueden dejar ir, sino no serían ellos mismos.
A otros, les parece más emocionante buscarles la vuelta para resolverlos y que desaparezcan de una vez. Convirtiendolo en una experiencia, en algo que vamos a recordar más adelante, para así afrontar otras situaciones similares.


El gran problema es cuando estos dos se cruzan, y uno quiere abandonar, y el otro quiere, simplemente seguir. ¿Quién gana? Alguno de los dos termina siendo igual que el otro, convirtiendose en algo que antes no era. Eso precisamente depende del interés. No somos iguales ante todas las situaciones, todos tenemos de los dos dentro nuestro, sólo que a veces preferimos un poco de uno, en vez del otro.
¿Estaremos eligiendo bien? O será que la mayoría de las veces, comenzamos con lo fácil y de esta manera le dejamos una puerta abierta a que nuestro interés decida.
Tomar la decisión de abandonar, se lo adjudican rápidamente a ser 'cobarde', muchas veces. Pero en la gran mayoría, es necesario abandonar para poder continuar.
Aunque dicen que es mejor intentarlo, que después preguntarse '¿Qué hubiera pasado?'. Se pueden sacar muy buenas conclusiones después de lo vivido. Las principales van a ser: arrepentirse o querer que se repita.

sábado, 6 de agosto de 2011


Cuantas veces intenté alejarme de tu red, muchas más de las que yo recuerdo. Blanco, viste tu obsesión. Negro, es tu corazón.
Encadenaste mi absoluta libertad, me encadenabas de placer, diluyendo tu traición y me creía fuera de peligro. A mi lado siempre estabas, acechando mi aflicción, listo para atormentar mi calma.
Me desviabas cuando iba al encuentro con mi ser y otra vez destruías la esperanza de llegar, de salvarme y escapar. Y nunca puedo estar del todo segura, siempre me queda la incertidumbre de cuándo será la próxima vez, si habrá.
Capáz ya llegamos al final y todavía no lo puedo ver.