viernes, 16 de julio de 2010

Qué lindas que eran esas tardes de verano en las que no se podía ni estar en la calle del calor agobiante que hacía y nos ence-
rrabamos en tu habitación con el aire al mango.
Una taza de chocolatada bien fría y veíamos películas hasta que desaparecía el sol. Era inevitable no hacer alguna acotación al respecto de la cantidad de aviones que colgaban del techo y del asqueroso olor a pucho concentrado.

lunes, 12 de julio de 2010

Diagnóstico 04.12 hs.: 

Sin poder dormir, a punto de rendir tres exámenes (seguidos), totalmente desarreglada, ojeras interminables, falta de concentración, restan cinco días para poder celebrar "vacaciones", escacés de remarcadores, fotocopias por doquier. Perón, la clase trabajadora, el Martín Fierro y el viejo vizcacha se convirtieron en enemigos del descanso...ni hablar de la continuidad de los límites. Disfruto de mi libertad condicionada.

Último año, te hacía más divertido... F*ck meeeee!

domingo, 11 de julio de 2010

Es difícil asumir que todo acabó, pero le dimos tantas vueltas al asunto que nos terminó cansando a los dos...muchas veces dije que estaba todo terminado y que las oportunidades habían llegado a su fin, no hace falta decir que estaba totalmente equivocadísima.
Por mucho tiempo creí que eras ideal para mí, tal vez porque solo sabiendo que estabas ahí, atento a mí me hacía ser muy felíz aunque no fui capáz de darme cuenta. Tampoco me pude dar cuenta que no se puede encerrar al pasado en una caja y meterla abajo de la cama o en un cajón, porque se filtra con facilidad. No me costó tiempo entenderlo, pero mientras tanto era feliz y lo podía disfrutar, hasta que un día esa caja me encontró a mí y me mostró todo lo que había olvidado, o de lo que estaba convencida de que me había olvidado, y como si fuese por instinto quise sentirme identificada nuevamente con todo lo que había dejado guardado, por el simple echo de que todavía no estaba lista para dejar todo aquello abandonado en un rincón, así que intenté sobrevivir con todo aquello junto hasta que algún día explotara y me diera cuenta de que ya no podía seguir más con esa situación, y así fue.



Ahora que me pongo a pensar y recuerdo bastante de vos aunque no lo parezca, sé que es lo que te hace mal y lo que te hace bien, por ejemplo: yo, no soy ni uno ni el otro, soy un intermedio, estoy segura que no lo podrías definir, aunque en este momento seguro que tira más para mal que para bien. Analizar tu comportamiento es totalmente sentido común. Sé que me querías, sé que eras feliz, sé que te hice sufrir, sé que querías volver a intentarlo, pero lo mejor para los dos es estar bien lejos y desconectados el uno del otro. Hace exactamente un mes que este circulo vicioso llegó a su fin y llegué a la conclusión de que realmente me haces falta, pero si antes pude consolarme pensando que ya no me querías no creo que sea tan dificil volver a engañarme así, después de todo es cuestión de tiempo.

Es imposible olvidar tu mirada cuando entré al lugar, puedo ver en tus ojos que volviste a creer en mí. Intentaba llamar tu atención pero no era algo fácil, sabía que tarde o temprano no te ibas a poder resistir. Tenerte de nuevo, frente a frente, sabiendo que no vas a poder escapar, se convirte en un juego divertido y excitante. Parecía que habíamos acordado no darle fin a la partida y que solo nosotros podíamos competir, por un instante puedo asegurar que estaba solamente a tu lado y que alrededor no había más alcohol y descontrol. Esos instantes de placer son imposibles de borrar, aunque así lo quieras, los voy a recordar. El amanecer tuvo la mágia de borrarte la memoria, pero hay dos palabras que son indelebles y sé que no vas a poder olvidar. Aunque finjas que todo aquello fue insignificante podría apostar que darías lo que fuese para que vuelva a pasar...