domingo, 11 de julio de 2010

Es difícil asumir que todo acabó, pero le dimos tantas vueltas al asunto que nos terminó cansando a los dos...muchas veces dije que estaba todo terminado y que las oportunidades habían llegado a su fin, no hace falta decir que estaba totalmente equivocadísima.
Por mucho tiempo creí que eras ideal para mí, tal vez porque solo sabiendo que estabas ahí, atento a mí me hacía ser muy felíz aunque no fui capáz de darme cuenta. Tampoco me pude dar cuenta que no se puede encerrar al pasado en una caja y meterla abajo de la cama o en un cajón, porque se filtra con facilidad. No me costó tiempo entenderlo, pero mientras tanto era feliz y lo podía disfrutar, hasta que un día esa caja me encontró a mí y me mostró todo lo que había olvidado, o de lo que estaba convencida de que me había olvidado, y como si fuese por instinto quise sentirme identificada nuevamente con todo lo que había dejado guardado, por el simple echo de que todavía no estaba lista para dejar todo aquello abandonado en un rincón, así que intenté sobrevivir con todo aquello junto hasta que algún día explotara y me diera cuenta de que ya no podía seguir más con esa situación, y así fue.



Ahora que me pongo a pensar y recuerdo bastante de vos aunque no lo parezca, sé que es lo que te hace mal y lo que te hace bien, por ejemplo: yo, no soy ni uno ni el otro, soy un intermedio, estoy segura que no lo podrías definir, aunque en este momento seguro que tira más para mal que para bien. Analizar tu comportamiento es totalmente sentido común. Sé que me querías, sé que eras feliz, sé que te hice sufrir, sé que querías volver a intentarlo, pero lo mejor para los dos es estar bien lejos y desconectados el uno del otro. Hace exactamente un mes que este circulo vicioso llegó a su fin y llegué a la conclusión de que realmente me haces falta, pero si antes pude consolarme pensando que ya no me querías no creo que sea tan dificil volver a engañarme así, después de todo es cuestión de tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario